Desarrollo Perso/profesional



Qué variables psicológicas influyen a la hora de encontrar trabajo?

En ese caso, ya no sólo importa la formación, el sexo o la edad; cobra entonces especial relevancia  una variable estrictamente psicológica : la motivación. Son los más motivados los que siguen buscando a pesar de que la tarea sea decepcionante, los que perseveran aunque los resultados se hagan esperar.

Para estudiar la importancia de la motivación, se evaluó, en un grupo de 212 personas en situación prolongada de desempleo, una variable: las expectativas. Se utilizó una ESCALA diseñada por los investigadores: Expectativas de Control Percibido en Búsqueda de Empleo (ECP-BE).

La escala mide cuatro aspectos:
  • Autoeficacia: la capacidad para buscar trabajo. En este caso, un desempleado con bajas expectativas de autoeficacia, Pensará que no sabrá actuar de manera adecuada en una entrevista de selección, o no se sentirá capaz de superar los rechazos o fracasos que conlleva la búsqueda de empleo.
  • Locus de Control Interno: creencias que apoyan la idea de que los resultados esperados se deberán a la propia conducta. Buscadores de empleo con locus interno son aquellos que consideran que cuanto más se esfuercen, más probabilidades tendrá de encontrar trabajo.
  • Locus de Control Externo: serán las creencias sobre la influencia que tendrán factores ajenos a su control en la consecución de un empleo. Un demandante con locus de control externo considerará que encontrar trabajo dependerá de la suerte, o del destino o de la decisión de terceras personas sobre las que no puede influir.
  • Éxitocreencias sobre lo optimistas que son las personas a la hora  de conseguir un trabajo. Una persona con expectativas de éxito altas pensará que tiene muchas posibilidades de conseguir un empleo.
Las personas con puntuaciones altas, es decir, las que se sienten muy capaces de buscar empleo, piensan que cuanto más se esfuercen, más probabilidades tendrán de conseguirlo  y también tardan menos en conseguir trabajo que los que puntúan bajo.

De los cuatro tipos de expectativas estudiados, el más relevante ha resultado ser las expectativas de éxito: las personas optimistas , éstas consiguieron un contrato 19 meses antes que las pesimistas y, para que se colocaran la mitad de los pesimistas, tuvieron que pasar 30 meses, momento en el que ya tenían trabajo el 70% de los optimistas. Las personas que son optimistas y creen que acabarán encontrando empleo lo encuentran antes que las pesimistas y esta variable es un predictor de rapidez de colocación al menos tan potente como la edad o el sexo.

En conclusión, Los que están buscando trabajo en estos tiempos de crisis y no pueden elegir su sexo o su edad como variables de satisfacción preferenciales para muchas empresas españolas, pueden tratar de mejorar su formación y optimizar su proceso de búsqueda y… a la luz de los datos anteriormente aportados…: ¡“trabajar” activamente por desarrollar un pensamiento más optimista ¡ aunque esté la cosa difícil, porque los optimistas son más felices y se colocan antes!!

Laura Rodríguez
Psicóloga y Psicoterapeuta


Referencias: Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones: Piqueras, R., Rodríguez-Morejón, A., y Rueda



Acoso Laboral:


        El acoso psicológico en el trabajo o "mobbing" es considerado un factor de estrés, que puede afectar seriamente el funcionamiento cotidiano de aquellos que lo padecen. 

      Distintos estudios han puesto de manifiesto que el acoso psicológico se encuentra fuertemente relacionado con diferentes problemas de salud, como por ejemplo alteraciones del sueñoansiedad, problemas psicosomáticosirritabilidad y depresión . Otros efectos comunes del padecimiento del mobbing son la apatía, la indefensión y los sentimientos de desesperanza.

       Más allá de los síntomas mencionados, las víctimas de mobbing pueden padecer trastorno por estrés postraumático (TEPT); se trata de una  severa reacción ante una situación que es percibida como amenazante para la vida de la persona que lo sufre o de alguien más, un grave daño físico o algún otro tipo de amenaza a la integridad física o psicológica, a un grado tal que los recursos de afrontamiento habituales de la persona no pueden asimilarlo.

       Cuando la persona se encuentra expuesta a acontecimientos de este calibre, las víctimas toman conciencia de la fragilidad de sus creencias sobre el que basan sus vidas (sensación de control personal, creencia en un mundo benevolente y con significado) ya que son éstas las que nos proporcionan sensación de estabilidad.

        En diversas investigaciones (Mikkelsen y Einarsen, 2002; Tehrani, 2004) se contó con 366 participantes, divididos en dos grupos. Un grupo de 183 víctimas de acoso psicológico en el trabajo o “mobbing”, y un grupo control, compuesto por 183 trabajadores. 

         Los resultados obtenidos en el presente estudio muestran que las víctimas de acoso psicológico presentan una gran probabilidad de experimentar sintomatología de estrés postraumático (el 42,6%).
     
         Otro de los resultados que se hallaron fueron las diferencias significativas con relación al género en todos los criterios diagnósticos del TEPT, ya que según los resultados obtenidos, las mujeres tienen mayor probabilidad de padecer TEPT (el 49% frente al 35,3% de los hombres)

         Otro resultado que se obtuvo de la investigación fue que las víctimas de acoso mantienen una concepción más negativa del mundo, de los demás y de ellos mismos que las personas del grupo control.

          A un nivel conceptual, estos resultados son consistentes con el modelo cognitivo propuesto por Janoff-Bulman (1989) La creencia en que se puede confiar en los demás, en las víctimas de acoso queda severamente dañada,

           Desde un punto de vista terapéutico, un diagnóstico acertado, tanto de la dolencia como de los efectos inmediatos, resulta crucial para una posible recuperación Por otra parte, la evaluación del daño que han sufrido las víctimas de mobbing también es muy relevante para poder tipificar los daños a la hora de establecer una posible compensación o determinar una incapacidad laboral.

Y desde un punto de vista humano se hace necesario cuestionar hasta qué punto una persona "debe" sufrir doblemente; no sólo por sufrir las consecuencias de la violencia empleada por otros hacia su persona, la  cual escapa de su control, sino el hecho de haber aprendido, a través de la socialización corporativa, que salir de este “terror” (que no ha provocado) es “culpa” suya y que ...(¡¡además!!) una manifestación de su valía y competencias en el trabajo sería "demostrar" que puede apañárselas de forma "solitaria"...

Y yo me pregunto: ¿qué efecto nos produciría ver a un socorrista permanecer quieto mientras ve a alguien ahogarse simplemente porque otros le han dicho que en estos tiempos lo raro es no saber nadar??







    


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